Ayer se cumplieron tres años del anuncio de las medidas de aislamiento por parte de Alberto Fernández en el contexto de pandemia. Han cambiado muchas cosas y a su vez no ha cambiado nada. Esta sensación de haber viajado a la velocidad de la luz y permanecer en el mismo lugar sugiere hace necesario sacar la lupa de la cosa pequeña, de la cosa diaria –que es lo que hace parecer que se mueve- y ponerla en las estructuras que nos fijan en un sitio.