La discriminación y explotación de los laburantes por parte de los más ricos. En este caso en NORDELTA, donde 8000 empleadas necesitan para entrar utilizar el servicio de combis. Pero si hay otras personas no las suben, argumentando que tienen olor, o porque visten de tal forma, etc. Teniendo que esperar hasta dos horas, e incluso pagarse remis para entrar. El martes pasado después de esperar una hora y media , no les paró una combi que venía vacía. Se rebelaron y cortaron la ruta. Apareció la policia y cuatro combis. Gracias a esta rebelión, se empezaron a conocer algunas condiciones denigrantes... Niños que les dicen "soretes", que siempre les revisan los bolsos, que las despiden y no les pagan lo trabajado... El sindicato no apareció, nadie salió a defenderlas...
