Desde la Sociedad Argentina de Pediatría afirman que el uso excesivo de 'pantallas' por parte de los niños se asocia a trastornos en el sueño, sedentarismo, obesidad, problemas físicos como alternaciones visuales, contracturas musculares, y hasta tendinitis, además de depresión, ansiedad y trastornos vinculares; destacan también el riesgo de afectar tanto su desarrollo cognitivo como emocional y social. Una investigación realizada en más de 2400 niños en Canadá demostró que cuanto mayor es el tiempo de exposición a las pantallas a los 2 y a los 3 años, menor es el rendimiento encontrado en las pruebas de evaluación del desarrollo de esos niños a los 3 y a los 5 años respectivamente. En Paso Clave, Daniela Blanco entrevistó a Marcela Caffulli, Médica Pediatra, Diplomada en Neurodesarrollo Infantil (Universidad de Favaloro), y Miembro titular del Comité de Crecimiento y Desarrollo de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).