Hoy juntamos las columnas de Cine y Literatura para hablar de una obra de ciencia ficción escrita por Philip K. Dick a fines de la década del `60 y llevada al cine por Ridley Scott en 1982. Pertenece al ciberpunk, donde suelen combinarse un alto grado de desarrollo tecnológico y una baja calidad de vida.
Estamos en una sociedad futura, posterior a una Tercera Guerra Mundial que dejó el planeta devastado. La superficie terrestre quedó afectada por una gran nube de polvo radioactivo que causa muertes y enfermedades en todos los seres vivos. Quedan pocas plantas y escasos animales. La atmósfera es lúgubre y el escenario es desolado. Los gobiernos promueven el éxodo hacia otras colonias en el espacio, principalmente Marte.
Para el desarrollo de las colonias espaciales, se han creado androides que son físicamente idénticos a las personas y que trabajan esclavizados por la raza humana. Tienen voluntad propia y son capaces de tener sueños y deseos. No tienen pulsión de muerte, pero se diferencian de las personas en que no pueden empatizar con otros individuos. Sólo se desenvuelven para su propia satisfacción.
El conflicto de esta historia surge a partir de un grupo de androides que se infiltra en el planeta Tierra huyendo de la esclavitud en busca de un destino mejor. Pero en este planeta su presencia está prohibida. El protagonista de la trama es un detective que debe matarlos. Y en esa cacería se revelará la ambigua frontera que existe entre el mundo humano y el mundo artificial. Cuánto es capaz de deshumanizarse una persona, y a partir de qué punto la nueva especie comienza a desarrollar una sensibilidad capaz de interpelar a la condición humana.
3 years, 9 months ago por Imaginacionespoder - 42 plays
Hoy hacemos juntas las columnas de Cine y Literatura a partir de la emblemática obra de ciencia ficción del escritor británico. Una de las novelas distópicas más importantes e influyentes, junto con Un mundo Feliz, de Aldous Huxley, y Fahrenheit 451, de Ray Bradbury.
1984 construye un mundo donde la sociedad está rígidamente estratificada en sectores altos, medios y bajos. Para mantener el orden y evitar toda rebelión que amenace los privilegios, la sociedad es controlada de manera totalitaria mediante estrategias que manipulan las emociones a través del miedo. Los excedentes económicos no son destinados al bienestar social sino a al derroche armamentista que alimenta la cultura de la guerra, una industria que no genera creatividad, que no educa ni construye, sino que somete, domina y embrutece a través del fanatismo y el odio. Se construye la figura de un enemigo amenazante para fortalecer la vigilancia y la dominación, y enaltecer la figura de un líder salvador que supuestamente trabaja para toda la comunidad.
El control es total. La burocracia es monstruosa. La auto propaganda es abrumadora. Hay cámaras y micrófonos que todo lo ven y todo lo escuchan. La policía del pensamiento patrulla la más profunda intimidad de las personas. Está prohibido el amor por fuera del amor al partido. No se puede sentir más que devoción por el Partido Único. No se puede sentir. Se promueve la traición hacia el que piensa distinto. La realidad y la historia se construyen con argumentos que sólo favorecen al Gobierno.
La guerra es un imposible, un conflicto sin fin que no se pretende ganar pero tampoco perder. El objetivo es que la guerra sea permanente. El lenguaje es tergiversado para que la población pierda la referencia de todo: en el Ministerio del Amor se tortura, en el Ministerio de la Paz se perpetúa la guerra, en el Ministerio de la Abundancia se planifica la miseria, y en el Ministerio de la Verdad se falsea la realidad para que el Gobierno tenga siempre la razón. Los funcionarios deben practicar el doble pensamiento o bipensar: porque para que las grandes mayorías se crean la farsa, también se la tiene que creer quien difunde el mensaje. Saben que están mintiendo, pero son tan serviles y fanáticos que creen en la necesidad de esas mentiras y eventualmente las terminan asimilando. La esquizofrenia total para el fanatismo del poder.
1984. Una novela épica, imperdible. Una película que recrea un mundo sórdido y marchito pero que revela una verdad inapelable: donde hay poder, también hay resistencia. Una obra cumbre que desmenuza con maestría las herramientas de dominación y los mecanismos de control que desde la oscuridad utilizan para someternos.
4 years ago por Imaginacionespoder - 40 plays
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