Las pérdidas se acumulan en el negocio del engorde a corral respecto del año pasado. "La situación es compleja y no será fácil. Porque venimos de una situación complicada en términos de que los precios relativos (tanto en la invernada y la alimentación) han tenido en estos últimos 17 meses un sostenimiento de precios del maíz en función de los valores internacionales", expresó Eiras. En este sentido confirmó que "todos los costos tuvieron un aumento creciente" y en lo que respecta a la oferta y la demanda se vieron alteradas desde el año pasado producto de "las intervenciones continúas con el precio de la carne". Como consecuencia de ésto, Eiras sostiene que en la actualidad se produce cada vez menos y no encuentran un horizonte para los ciclos biológicos. "Se sigue produciendo porque somos una industria ganadera con una estructura" pero "en el final del camino, la mala política ya nos mostró hace más de diez años que termina con una suba y un acomodamiento de precios. En el camino se muestra el deterioro", expresó.
Este sábado 19 de Marzo el Directivo de la Cámara Argentina de Feedlot Juan Carlos Eiras se refirió al indice del mes de Marzo e hizo comentarios respecto del nuevo gobierno Al inicio del mes de Marzo la ocupación de los corrales se ubicó en 54 %, un punto por encima del valor de los meses de enero y febrero. A pesar de ello se continúa registrando un nivel de encierre entre dos y tres puntos por debajo de los valores de los primeros meses del año anterior, con lo cual cerramos un año difícil y comenzamos otro que se presenta aún más complejo. Sin duda estamos frente a una situación complicada donde los corrales nos muestran que su ocupación, por diversos motivos y más allá del crecimiento estacional, dependerá de señales que brinden un panorama más claro respecto del valor de su producto a futuro. Múltiples factores que afectan la producción convergen de tal forma que conspiran contra el negocio y presentan un panorama de alerta en la actividad. El engorde a corral, al igual que todas las actividades, no escapa de los incrementos generales en los costos de producción. La quita de retenciones al maíz y el sinceramiento en el tipo de cambio son sin duda parte de este cóctel que elevó los costos del kilo producido y que, junto con el elevado precio de la invernada, marcan el fuerte incremento de los costos directos e indirectos. A esto se le suman impuestos distorsivos que complican aún más el panorama de la actividad de las empresas formales, ya que el actual sistema impositivo premia al evasor. Por otro lado el incremento del valor de hacienda terminada no ha acompañado el nivel de incremento que marcó el costo de producción. Estamos preparados para rápidamente y en cuanto las condiciones sean favorables, revertir esta situación. El sector quiere producir más kilos de carne para poder volcarlos a nuestro fuerte mercado interno y para comenzar a recuperar terreno en los mercados de exportación, que cada vez muestran más interés por el producto de calidad y homogéneo que entregan nuestros corrales. Pero esto no sucederá si el sector presenta renta negativa, un horizonte poco claro y la falta de herramientas financieras que permitan a las empresas sortear estos momentos complejos. No tenemos dudas de que tanto la actividad nuestra como la ganadería toda y el país se encuentran en un momento de giro que presenta a largo plazo una oportunidad que no se debe desaprovechar. Sin embargo la situación es compleja y financieramente el corto plazo es quien manda en las decisiones de cada empresa.