La denuncia de un pastor evangélico por pintadas en su iglesia fue el inicio de una cacería contra militantes feministas en donde la Justicia y la Policía llegaron al colmo de secuestrar pañuelos verdes de la campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito como "evidencia". Desde Río Grande, Tierra del fuego, nos cuenta esta historia Sol Verón abogada de la colectiva La Hoguera.