Una argentina creó un corpiño uniteta, harta de que las soluciones que la medicina y el mercado tenían para ella fueran tapar o disimular la mastectomía que le salvó la vida. Pasó por tres operaciones, quimioterapia, rayos y diversos tratamientos que la declararon libre de la enfermedad pero la necesidad de visibilizar esta herida es, para ella, una forma de seguir sanando.