Teresa García le cuenta a Víctor Hugo cómo fue su encuentro con Rosenkrantz (26/05/2017)

El martes la diputada del Frente para la Victoria Teresa García recibió la invitación de una amiga para recorrer los salones de la Rural donde se realiza, desde ayer, la exposición arteBA 2017. A pesar de su estado gripal, la legisladora aceptó el convite porque quería ver obras de un par de amigas que allí exponen y se dirigió a la muestra. Mientras hacía el recorrido se dio cuenta que había una cara que andaba por allí y que le resultaba conocida. Se trataba, nada más y nada menos, que el juez de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, uno de los magistrado que votó a favor de otorgarle el beneficio del 2x1 a los genocidas. No lo dudó y se acercó al supremo que estaba acompañado de su esposa. Lo encaró y sin esperar respuesta le lanzó: “Usted es un inmoral que no tiene vergüenza de haber escrito un fallo que pasa por encima de la sangre de las víctimas, de sus familiares y de los 40 años de lucha del pueblo argentino”. Rosenkrantz, todavía sorprendido, abrió los ojos, no emitió palabra y solo atinó a aferrarse de la mano de su esposa. Read more

El martes la diputada del Frente para la Victoria Teresa García recibió la invitación de una amiga para recorrer los salones de la Rural donde se realiza, desde ayer, la exposición arteBA 2017. A pesar de su estado gripal, la legisladora aceptó el convite porque quería ver obras de un par de amigas que allí exponen y se dirigió a la muestra. Mientras hacía el recorrido se dio cuenta que había una cara que andaba por allí y que le resultaba conocida. Se trataba, nada más y nada menos, que el juez de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, uno de los magistrado que votó a favor de otorgarle el beneficio del 2x1 a los genocidas. No lo dudó y se acercó al supremo que estaba acompañado de su esposa. Lo encaró y sin esperar respuesta le lanzó: “Usted es un inmoral que no tiene vergüenza de haber escrito un fallo que pasa por encima de la sangre de las víctimas, de sus familiares y de los 40 años de lucha del pueblo argentino”. Rosenkrantz, todavía sorprendido, abrió los ojos, no emitió palabra y solo atinó a aferrarse de la mano de su esposa. Read less