October 24, 2019 19:03
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Vamos a ver si podemos ponernos de acuerdo con argumentos honestos y con sentimientos verdaderos. Dijo Eduardo Galeano en nuestros estudios, allá por la década del noventa, en ocasión de haber sido presentado como un intelectual, que él prefería ser nombrado como “sentipensante” porque de la otra forma se reducía toda su humanidad simplemente a su cabeza, hecho que consideraba “horrible”. La política no tiene otra manera de percibirse que no sea en estos términos: cabeza y corazón. Sin una mentalidad estratégica (sin cabeza) no hay partida que dure muchas jugadas. Sin triperío que estruje ante el oprobio (sin corazón), no hay posibilidad de conmoverse y, por ende, de moverse en ningún sentido. En la política se es “sentipensante”. Read more
Vamos a ver si podemos ponernos de acuerdo con argumentos honestos y con sentimientos verdaderos. Dijo Eduardo Galeano en nuestros estudios, allá por la década del noventa, en ocasión de haber sido presentado como un intelectual, que él prefería ser nombrado como “sentipensante” porque de la otra forma se reducía toda su humanidad simplemente a su cabeza, hecho que consideraba “horrible”. La política no tiene otra manera de percibirse que no sea en estos términos: cabeza y corazón. Sin una mentalidad estratégica (sin cabeza) no hay partida que dure muchas jugadas. Sin triperío que estruje ante el oprobio (sin corazón), no hay posibilidad de conmoverse y, por ende, de moverse en ningún sentido. En la política se es “sentipensante”.
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