November 21, 2019 23:22
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Miles de colombianos desde horas de la mañana el 21 de noviembre se convocaron en todas las ciudades del país. 5000 policías en Bogotá, 12.000 uniformados del ejército nacional, tres helicópteros y más de 100 drones cuidaron la principal movilización en la capital, que según algunos medios fue vandálica, lamentable y a la represión la llamaron desmanes. Todas las transmisiones fueron dirigidas a los actos violentos de grupos aislados que se enfrentaron al escuadrón especial antidisturbios (ESMAD) . En las imágenes no se muestran las movilizaciones en otros puntos del país, las muestras culturales o las movilizaciones pacíficas. Se editó la fuerza de represión, gases lacrimógenos, explosivos y balas que se utilizaron. Solo se cuenta lo que conviene. <p>El presidente Iván Duque se dirigió al país en una alocución luego de las masivas protestas y aseguró que “los hechos sucedidos con posteridad a la marcha, son vandalismo puro y no obedecen a una libertad popular, ni serán legitimados por el derecho a la protesta”. Posteriormente advirtió que no se permitirán saqueos: “vamos a aplicarles todo el peso de la ley” Los mensajes que los colombianos gritaban en las calles giraron alrededor de el rechazo a reformas gubernamentales para flexibilizar el mercado laboral (Proyecto de ley 212 en el Congreso de la República), el sistema de pensiones que se quiere privatizar entrando así en la lógica de la privatización de pensiones; y el cumplimiento de los pactos del 2018 que nunca cumplieron y que tenían como propósito inyectar fondos a las universidades públicas. Y un elemento en el que había sintonía desde La Guajira hasta Leticia, de Buenaventura a Puerto Carreño, la implementación total de los acuerdos de paz. Ricardo Murcia, sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia relata cómo se vive el paro nacional. Describe cuáles son las necesidades del pueblo colombiano que hoy generan la movilización. Anticipa que los medios de comunicación mienten y criminalizan la legitimidad de la protesta. ¨La persecución al pensamiento crítico es bastante problemática porque se prima los medios de comunicación hegemónicos de la oligarquía. Los medios de comunicación independiente siguen siendo estigmatizados, perseguidos. Los asesinatos a líderes sociales y periodistas no cesan. Unos días antes de la movilización muchos colectivos gráficos, muralistas y de contrainformación fueron allanados en sus casas bajo falsos positivos judiciales en los que eran sindicados de portación de explosivos. Al ser investigados solo encontraron overoles, guantes y pinturas. Eso habla de la democracia, de qué tipo de democracia existe en Colombia. Reconocida por otros países como la más antigua de América Latina.¨</p> Read more
Miles de colombianos desde horas de la mañana el 21 de noviembre se convocaron en todas las ciudades del país. 5000 policías en Bogotá, 12.000 uniformados del ejército nacional, tres helicópteros y más de 100 drones cuidaron la principal movilización en la capital, que según algunos medios fue vandálica, lamentable y a la represión la llamaron desmanes. Todas las transmisiones fueron dirigidas a los actos violentos de grupos aislados que se enfrentaron al escuadrón especial antidisturbios (ESMAD) . En las imágenes no se muestran las movilizaciones en otros puntos del país, las muestras culturales o las movilizaciones pacíficas. Se editó la fuerza de represión, gases lacrimógenos, explosivos y balas que se utilizaron. Solo se cuenta lo que conviene. <p>El presidente Iván Duque se dirigió al país en una alocución luego de las masivas protestas y aseguró que “los hechos sucedidos con posteridad a la marcha, son vandalismo puro y no obedecen a una libertad popular, ni serán legitimados por el derecho a la protesta”. Posteriormente advirtió que no se permitirán saqueos: “vamos a aplicarles todo el peso de la ley” Los mensajes que los colombianos gritaban en las calles giraron alrededor de el rechazo a reformas gubernamentales para flexibilizar el mercado laboral (Proyecto de ley 212 en el Congreso de la República), el sistema de pensiones que se quiere privatizar entrando así en la lógica de la privatización de pensiones; y el cumplimiento de los pactos del 2018 que nunca cumplieron y que tenían como propósito inyectar fondos a las universidades públicas. Y un elemento en el que había sintonía desde La Guajira hasta Leticia, de Buenaventura a Puerto Carreño, la implementación total de los acuerdos de paz. Ricardo Murcia, sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia relata cómo se vive el paro nacional. Describe cuáles son las necesidades del pueblo colombiano que hoy generan la movilización. Anticipa que los medios de comunicación mienten y criminalizan la legitimidad de la protesta. ¨La persecución al pensamiento crítico es bastante problemática porque se prima los medios de comunicación hegemónicos de la oligarquía. Los medios de comunicación independiente siguen siendo estigmatizados, perseguidos. Los asesinatos a líderes sociales y periodistas no cesan. Unos días antes de la movilización muchos colectivos gráficos, muralistas y de contrainformación fueron allanados en sus casas bajo falsos positivos judiciales en los que eran sindicados de portación de explosivos. Al ser investigados solo encontraron overoles, guantes y pinturas. Eso habla de la democracia, de qué tipo de democracia existe en Colombia. Reconocida por otros países como la más antigua de América Latina.¨</p>